viernes, 30 de enero de 2015

NADA NUEVO BAJO EL SOL



Estamos en un periodo de agitación continua, nos levantamos con la nube podemita y nos acostamos con su tormenta.
Nos ofrecen lo que pidamos, aunque ya no tanto. ¿Queremos que los ricos paguen y sufran? lo tendréis.  ¿Queremos que los terroristas vuelvan a sus casas libres de toda culpa? se os concederá. ¿Queremos darle una patada en el culo a Merkel? seréis los primeros. ¿Queremos que no haya pobres en el mundo? se hará, etc.

Los ricos y la casta política ha de dejar de manejarse como hasta ahora lo ha hecho, el sistema debe de ser otro, el que nosotros vamos a instaurar, ese en el que si nosotros nos llevamos la pasta, no pasa nada, además es como tiene que ser.  Así que, el periodismo que calle, ya daremos cuenta de ellos cuando tengamos el poder, solo hablaran los que a nuestro juicio lo hacen bien y al que no entre en el juego, caña al mono.
Estos nuevos líderes están exhibiendo unos modales de intransigencia totalitaria que pone los pelos de punta. Vaya con la casta universitaria, esa que lleva viviendo de nuestros impuestos al igual que la casta que denuncian, toda su vida, que no ha trabajado nunca, que no sabe lo que es ganarse el sustento.

Se está produciendo con está partido un fenómeno de subyugación colectiva muy propio de las masas en acción. El problema para ellos, es que cuanto más tiempo pasa, más evidente se hace que detrás de tanta frase vacía hay emboscado un talante antidemocrático que es obligatorio denunciar y combatir y digo combatir para seguir en la línea dialéctica que marcan ellos, esa que es de guerra, una guerra que dicen ellos que les han declarado y que son ellos mismos los que la han iniciado.
El señor Monedero y el señor Iglesias, se han pasado mucho tiempo desafiando a un estado consolidado, a través de tertulias televisivas baratas y preunivesitarias y claro la respuesta es la que se podía esperar, les han levantado la alfombra y se les ven las arrugas de sus discursos.

Y al final como respuesta común entre nosotros y la famosa casta que denunciamos, la de siempre;  nos persiguen, nos han declarado la guerra el periodismo, ese mismo que nos ha permitido expresar nuestro discurso a la saciedad y nos han aplaudido y vitoreado, quieren desgastarnos, etc…  Más y más de lo mismo.
Parece como si hubiera venido algo nuevo y fresco, directo a solucionar todos nuestros problemas y lo único que está pasando, es que la izquierda está renovando su piel, más agresiva, más antigua, pero mucho más atractiva para el indignado y el desahuciado, de donde se genera su caldo de cultivo. A la hora de la verdad, seguirán siendo los mismos, con el apoyo de la divina juventud que pide desde todas sus hormonas revelarse ante todo, es inevitable y quizás con algún apoyo más de algunos socialistas oportunistas en busca de sillón.

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